El anciano Ogata Shingo no consigue ganarse ni el amor ni el respeto de sus hijos, pero sin embargo puede oír el rumor de la montaña. Como cabeza de familia, le preocupa la decadencia moral de sus descendientes: Shuichi, a quien la guerra ha helado el corazón, está casado con la maravillosa Kikuko pero le es infiel y tiene un hijo con otra mujer; por otro lado, Fusako vuelve a la casa paterna con sus dos hijos tras haberse divorciado de un marido drogadicto. Tanto Shuichi como Fusako creen que su padre es demasiado viejo e interpretan sus silencios como senilidad. Pero, en realidad, el pensamiento de Ogata Shingo sigue activo, repleto de hermosas imágenes, de sonidos de la naturaleza, de aromas, de escenas. Bajo la fina capa de la vida familiar, cada uno de sus miembros vive, en solitario, su drama, luchando en unas ocasiones contra el amor y en otras, contra la muerte.
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Por: Valentina Carrasco
Una historia que transcurre en una época de cambios en Japón, que te induce a recordar, apreciar y respetar el mundo que nos rodea, además de presentarnos las dificultades, arrepentimientos, deseos y prejuicios con los que carga nuestro protagonista Ogata Shingo en una etapa de su vida bien condimentada por el drama.
Fue mi primer libro de literatura japonesa, realmente interesante descubrir más de esa intrigante cultura a través de los ojos de una persona experimentada, ver el cómo perciben la naturaleza y lo mucho que la aprecian; aún mejor discutirlo en grupo e intentar aclarar nuestras dudas, lo que probablemente nos haya dejado menos ignorantes de aquella cultura al final. Eso lo hizo muy divertido, aprender cosas nuevas siempre es muy llenador.
Al principio la historia es difícil de abordar, porque la narración representa tan bien a Shingo, un hombre de 62 años obsesionado con su pérdida de lucidez en crecimiento, que tan pronto inicias la lectura te verás envuelto en sus divagaciones aparentemente carentes de importancia, pero personalmente pienso que fue una buena manera de formarnos al personaje, alguien temeroso de lo que los años causan en él pero que a su vez se esforzaba por manejarlo y, como cabeza de familia, no perder el ritmo dentro de la maratón de sucesos que acontecían a su alrededor.
Junto a él vemos a su esposa e hijos que son los principales causantes de tantas preocupaciones en su día a día, ya que sus hijos a pesar de ser ambos adultos con un matrimonio ya establecido, el mismo no va bien para ninguno de los hermanos, mientras que su hija parece no entenderse con su esposo, su hijo le es infiel a su esposa, a quien Shingo le ha agarrado mucho cariño debido al parecido que le encuentra con su primer amor, la hermana de su esposa. También cabe mencionar que este último par vive bajo su techo, por lo que él es testigo de los múltiples desplantes y la falta de cariño con la que es tratada su hermosa yerna. Además de que su esposa parece no ser de gran ayuda en toda esta situación al mostrarse tan despectiva e incluso indolente con el sufrimiento de su propia hija al no lograr ser querida y apreciada por ellos. Todo un enredo y eso sin mencionar el cierto grado de culpa que siente Shingo por ello.
Aquí tienes un poquito de todo, historia, cultura e incluso una conflictiva que se da en base a la muerte, el amor y la obsesión por la belleza. Sin más por agregar, creo que no te caería mal meterte a esta historia, probablemente al principio como una viejita chismosa intrigada por la situación pero finalmente deseando sinceramente un buen desenlace para tanto embrollo.
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